En medio del fin de semana largo y ante la ausencia de toda la comunidad educativa, la Escuela Normal Superior 10 Juan Bautista Alberdi, en el barrio porteño de Belgrano, fue escenario de un hecho de inseguridad. Delincuentes ingresaron al lugar y provocaron destrozos en varios sectores para robarlo. Posteriormente, la Policía de la Ciudad detuvo a dos jóvenes, cuando intentaban llevarse 100 notebooks.

Fuentes policiales comunicaron a Infobae que personal de la Comisaría Vecinal 13 A de la fuerza porteña patrullaba esta madrugada las calles del barrio cuando, alrededor de las 6, fue alertado por el encargado de un edificio de la zona que vio a desconocidos sacar bolsas y cajas de ese establecimiento ubicado en 3 de Febrero y Blanco Encalada.

Tras ello, los oficiales pidieron colaboración de otros móviles en servicio con el fin de formar un cerco en torno al perímetro del edificio escolar. Así pudieron dar con dos jóvenes que manipulaban un centenar de notebooks: se trata de computadoras entregadas a la institución por el Gobierno nacional.

En consecuencia, ambos sospechosos fueron detenidos por orden del Juzgado Nacional en lo Crimina y Correccional N° 5, a cargo del doctor Manuel De Campos y la secretaría 116 de la doctora Tamara Julieta García, que además dieron intervención a la División Rastros.

Los policías quedaron de consigna hasta el arribo de encargados de la escuela. Mientras tanto, los imputados, un argentino de 23 años y un boliviano de 19, fueron trasladados a la mencionada comisaría y quedaron alojados en un calabozo a la espera de ser indagados.

En el transcurso de este sábado, desde la comunidad educativa del Normal N° 10 lamentaron los destrozos causados en el interior de la escuela y empezaron a difundir imágenes en la que se advierte que los delincuentes también rompieron las puertas para llevarse los picaportes de bronce y saquearon el buffet.

Desde el colegio además señalaron que se llevaron lo picos de las mangueras, otro elemento de bronce. Su presunción, indicaron, es que los delincuentes eran más que dos y que ingresaron saltando una reja que da a un patio del fondo, para luego forzar y atravesar una puerta.

“El colegio es muy grande, ocupa tres cuartos de la manzana entre la parte de primaria, secundaria y terciario. No sabemos si tenían data, es muy prematuro. O si fue un caso más de todos los colegios a los que entraron a robar”, dijo Vanina, de la cooperativa de la Normal 10, a TN.

“Con el inventario a mano, veremos como salimos a ruedo. Perdimos los datos de la cooperadora y ahora hay que hacer un trabajo minucioso para volver a recopilar la información administrativa”, agregó Vanina y, aunque aclaró que la decisión no le corresponde y a falta la confirmación de las autoridades, supuso que el lunes no habrá clases.

El robo en escuelas porteñas no es algo nuevo. El año pasado, la Policía de la Ciudad recuperó un total de 1.626 computadoras en el marco de 15 allanamientos ordenados por la Justicia tras una serie de robos a diferentes colegios. En esa causa, 27 personas resultaron imputadas por los delitos de robo y encubrimiento.

Esas máquina fueron devueltas al Ministerio de Educación de la Ciudad para que vuelvan a las escuelas en un acto encabezado por la jueza María Alejandra Provítola, a cargo de Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº6, quien llevó adelante la investigación.

Te puede interesar: Saquearon una escuela de Palermo: robaron la leche para los chicos y 150 computadoras

De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, el Juzgado de Provítola inició las investigaciones por la denuncia de un robo en el Centro Educativo “República de Colombia” Escuela 26 del Distrito 6°. La Policía luego apuntó a una empresa constructora que había realizado obras en ese colegio.

La pista surgió debido a que una docente detectó en la plataforma de Mercado Libre una publicación que ofrecía para la venta varias computadoras similares a las que habían sido robadas. Algunas incluso tenían las etiquetas personalizadas que ella misma había rotulado.

Luego de la investigación de los policías se llegó al procesamiento y detención de los vendedores de las máquinas y un hombre, trabajador de esa empresa constructora, sindicado como el autor material del hecho.

Seguir leyendo:

La noche del sábado 13 de mayo, Facundo Rogelio Lorenzo (30) fue asesinado en el interior de su camioneta Volkswagen Amarok a metros de su casa, en el partido bonaerense de Moreno. Las cámaras de seguridad de la zona mostraron que dos hombres lo abordaron y le dispararon. Desde entonces, por el crimen se buscaban a los autores del ataque hasta que anoche se entregó el principal sospechoso.

Se trata un hombre de 46 años identificado como E.P.A., que era amigo de la víctima y hoy es señalado por los investigadores como el que le disparó en el cuello a Lorenzo. La hipótesis del caso indica que ambos involucrados, luego de una discusión por cuestiones de pareja, pactaron una pelea a golpes en una estación de servicio, tras lo cual el sospechoso habría ido a buscar a la víctima para dispararle a modo de venganza.

Fuentes del caso confirmaron a Infobae que E.P.A. se presentó ayer por sus medios en la Comisaría Primera de Morón. Esta mañana fue indagado por el fiscal Federico Soñora, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°4 del departamento judicial de Moreno-General Rodríguez. Se negó a declarar y quedó bajo arresto, imputado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por el concurso premeditado de dos personas para cometerlo.

Te puede interesar: El crimen de Moreno que involucra a dos amigos: nuevos videos y la clave del caso en un grupo de Whatsapp

Este último agravante se aplicó debido a que las imágenes de cámaras de seguridad que registraron el asesinato muestran a un tercer hombre en la escena del crimen. La Justicia identificó al cómplice del asesino como N.M.F., un ex patovica con una causa por robo radicada en Mercedes que todavía permanece prófugo.

Las imágenes de las cámaras revelaron la particular secuencia del 13 de mayo pasado, cerca de las 22. La víctima llegó a su casa en su camioneta, luego apagó las luces del vehículo y, cuando estaba por abrir la puerta para descender, un vehículo estacionó más adelante. De ese auto, un Toyota Etios, bajaron dos hombres.

A uno de ellos, de buzo oscuro y con una arma calibre 9 milímetros en la mano, se lo ve tirar para atrás la corredera de una pistola mientras se acerca a Lorenzo, paralizado dentro de su VW Amarok. Los dos hombres abren la puerta de la camioneta de forma violenta y empiezan a forcejear a la víctima en el vehículo, que se desliza hacia atrás, hasta que se detiene: ya había sido baleado.

Te puede interesar: Una pelea pactada y una venganza: la trama detrás del crimen de Moreno que involucra a dos amigos

En el video posteriormente se observa que los agresores corren hacia el auto en el que llegaron, el autor material todavía lleva la pistola con la que le disparó a la víctima, y escapan. Para las autoridades, el tirador fue E.P.A., que solía ser del círculo cercano de la víctima.

Pero toda esta secuencia tuvo una escena previa, en una estación de servicio en la que homicida y la víctima se habían citado en código de duelo, tras una pelea en el grupo de WhatsApp que compartían con otros hombres para organizar salidas nocturnas a diferentes boliches de la zona Oeste.

De acuerdo a fuentes del caso, la pelea se originó por una joven con la que Lorenzo tenía una relación. “E.P.A. le propuso estar con él y ella le respondió que no salía con gente del mismo grupo de amigos. Enojado, comenzó a quejarse en el grupo de WhatsApp que la chica no quería salir con él porque Lorenzo le había tirado tierra”, revelaron.

“Entonces, se empezaron a pelear por chat hasta que E.P.A. lo invitó a seguirla en la Axion y Lorenzo aceptó”, precisaron. Ese encuentro se dio a las 20.17 del sábado del crimen. Pero la víctima no fue solo: estaba acompañado por otros cuatro hombres. “Todos golpearon a E.P.A. y se fueron de la estación de servicio”, agregaron la fuentes.

Te puede interesar: Se conocieron las imágenes que complican al sospechoso detenido por el crimen de la periodista de Corrientes

Los investigadores creen que esa desigualdad en la pelea aumentó la furia de E.P.A. que, para vengarse, fue a la casa de Lorenzo junto a su cómplice y con una pistola. Allí lo sorprendió cuando estacionaba la camioneta. “Lo fue a buscar a la casa y lo mató”, resumieron los investigadores, que consideraron esenciales los testimonios que los llevaron a la pista del chat.

Con lo elementos reunidos, la fiscalía dispuso el allanamiento de al domicilio en Parque Leloir de E.P.A., donde hallaron cuatro vehículos y motos, pero no al sospechoso, quien finalmente se puso a disposición de la justicia anoche.

Seguir leyendo:

Un joven de 27 años fue asesinado de un balazo en la cabeza por dos delincuentes que ingresaron a robar a su vivienda, de la localidad de San Miguel, en la que se encontraba junto a su familia.

El hecho ocurrió alrededor de las 4.30 de este jueves y la víctima fue identificada como Federico Acosta.

Voceros judiciales informaron a Télam que, mientras Acosta se encontraba junto a su novia y dos menores de edad, dos asaltantes armados irrumpieron en la propiedad con fines de robo.

Los ladrones le exigieron al joven que entregara una suma de dinero que supuestamente guardaba en su propiedad y en esas circunstancias le efectuaron un disparo en la cabeza, que le provocó la muerte prácticamente en el acto.

Lo ocurrido es investigado por la fiscal Lorena Carpovich, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 21 descentraliza de Malvinas Argentinas, quien dispuso una serie de medida tendientes a identificar a los homicidas que escaparon luego de balear a Acosta.

En tanto, el resultado preliminar de la autopsia arrojó que el joven, además de sufrir un disparo de arma de fuego en su cabeza, presentaba heridas cortantes provocadas con una botella rota. Es por eso que se sospecha que la víctima fue torturada por los delincuentes antes de ser baleada.

Te puede interesar: Mataron a un joven de un tiro en la cabeza durante una fiesta privada en Córdoba

A su vez, los pesquisas analizaban las imágenes de las cámaras de seguridad de un vecino de Acosta en las que se vio el paso sospechoso de dos hombres al momento del crimen.

Ese mismo jueves, otro hombre también fue asesinado de un tiro en cabeza pero en la localidad de Villa Trujuli, partido de Moreno. La víctima, un ciudadano paraguayo de 40 años fue abordado por dos hombres que ingresaron a su vivienda vestidos de policías y huyeron sin robar nada, por lo que los investigadores sospechan que el homicidio pudo ser cometido en el marco de ajuste de cuentas.

El hecho ocurrió alrededor de las 3 de la madrugada Ramón Zorrilla Navarro (40) se encontraba en su vivienda, y en compañía de su hijastro de 22 años cuando lo atacaron a balazos.

Te puede interesar: A un repartidor le pegaron un tiro en la cabeza para robarle la moto que usa para trabajar

Una vez que los atacantes se dieron a la fuga, su hijastro rápidamente salió de la casa y subió al automóvil de su padrastro para buscar ayuda en el barrio. Instantes después, el joven pidió auxilio a personal policial que estaba a bordo de un móvil del Comando Patrulla de un distrito vecino y, junto con él, fueron a la casa donde ocurrió el crimen. Allí, los efectivos observaron el cuerpo sin vida de Zorrilla Navarro, quien yacía en una cama.

Luego, tras ser solicitados por autoridades judiciales, peritos de la delegación local de la Policía Científica, revisaron el cadáver y determinaron que el cuerpo de la víctima tenía un disparo de arma de fuego en el cráneo.

Los pesquisas descartaron que el móvil del crimen haya sido un robo y se cree que el ataque podría haber estado motivado por un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico. La causa quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez.

Seguir leyendo: