Este lunes murió Norma Maidana, una mujer de 40 años que fue prendida fuego por su pareja y terminó con el 70% de su cuerpo quemado. El atacante, Julio López, se encuentra detenido y está a disposición de la Justicia de Misiones.

“Es una situación triste, nos toca pasar a nosotros este momento muy amargo”, sostuvo en diálogo con La Voz de Misiones Estaban Maidana, hermano de la víctima. Con respecto al último parte médico, agregó: “Muy difícil la situación, los medicamentos no estaban haciendo efecto y las noticias no eran buenas”.

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Norma se encontraba internada en coma inducido desde el domingo 21 de mayo en el Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga, donde llegó con gran parte de sus órganos comprometidos debido a la gravedad de las heridas.

Cómo ocurrió el ataque a Norma Maidana

El hecho sucedió durante la madrugada de ese mismo día en el establecimiento Mamá Chela de Santa Inés, en la localidad de Garupá, donde el novio de Norma trabaja de sereno.

De hecho, él mismo fue quien llamó al 911 y manifestó que la mujer intentó quitarse la vida. En este contexto, el hermano de la víctima aseguró que a López “le encontraron con un bidón de nafta y una cobija en su poder” y es por eso que fue detenido de inmediato.

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En la denuncia, presentada por la abogada Emilse Zapponi, se detallaron los detalles de una relación violenta. Según indicó el portal La Voz de Misiones, el acusado habría extorsionado a su pareja con la publicación de videos íntimos.

Asimismo, se negó a declarar ante el juez de Instrucción Dos, Juan Manuel Monte, por lo que fue imputado por “femicidio en grado de tentativa”. Esta carátula, tras el fallecimiento de la víctima, cambiaría a “femicidio”, delito que prevé la pena de prisión perpetua.

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De esta forma, el de Norma Maidana es el cuarto femicidio del año en Misiones, luego de los crímenes de Natalia Castro (41), la gendarme Jésica Galeano (31) y Daniela Carmen Ratke (23).

Un hecho insólito ocurrió este domingo por la tarde en las calles 9 de Julio y Alsina de San Miguel de Tucumán, donde un grupo de personas persiguió y capturó a un “motochorro” que le había robado el celular a un vecino y descubrió que era policía.

Todo ocurrió minutos antes de las 16 en la puerta de un lavadero. Mientras la víctima del asalto esperaba a que le entregaran su auto, el delincuente apareció a bordo de una moto, lo encerró y a punta de pistola le exigió: “Dame el celular o te quemo”.

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El hombre intentó resistirse al asalto en un primer momento, pero después, al advertir que el otro estaba armado, desistió y le entregó el teléfono. Fue entonces cuando se desencadenó el vertiginoso desenlace de la secuencia.

Prácticamente, en simultáneo, el ladrón corrió para alcanzar su moto y darse a la fuga al tiempo que unas vecinas, que habían observado la situación, empezaron a pedir ayuda a gritos. “¡Están robando! ¡Están robando!”, advirtieron las mujeres. En cuestión de segundos, salieron varios vecinos para tratar de darle alcance.

Acorralado, el sospechoso apuntó contra el grupo y abrió fuego. Uno de los disparos alcanzó a uno de los perseguidores que, a pesar de estar herido, consiguió saltar sobre él y tirarlo de la moto.

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Las imágenes de la captura fueron publicadas en las redes sociales por el periodista local César Juarez. En ellas, se puede ver al “motochorro” ensangrentado en el piso tras ser reducido a golpes por los vecinos y, a metros de distancia, el arma que usó para cometer el robo.

Con la llegada de la policía minutos después también llegó la sorpresa. Es que al identificar al delincuente, los uniformados comprobaron que se trataba de un compañero de su propia fuerza que en sus horas de franco salía a robar.

Renzo Eduardo Chidichimo, el hombre acusado de acribillar de siete balazos en Saladillo a su compañera de trabajo Rocío González fue detenido este martes en la zona de Las Flores, después de cuatro días de búsqueda.

El hombre fue arrestado esta madrugada en las inmediaciones de la ruta 91 y un arroyo que está camino a la ciudad de Las Flores, en las afueras de Saladillo.

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Rocío González había denunciado a Chidichimo por maltratos, acoso laboral y violencia psicológica ante los superiores de la empresa de alarmas de seguridad donde trabajaban y en la Justicia. Como respuesta a su denuncia, se le impuso una orden de restricción al agresor como medida de protección. Sin embargo, no sirvió de nada.

El jueves por la tarde, el hombre decidió ir hasta la empresa, ingresó al establecimiento en un horario en el que no debía estar presente y sin mediar palabra sacó un arma de fuego y disparó a quemarropa contra Rocío.

Mariana, una de las tías de la joven de 25 años asesinada, apuntó que el femicida la había amenazado 48 horas antes del crimen. “Le dijo que disfrutara porque ya le quedaba poco”, sostuvo la mujer, en diálogo con TN.

“Le dijo que disfrutara porque ya le quedaba poco”, le contó a TN la tía de la víctima. (Foto: captura TN).

Por eso, la víctima tenía planeado denunciar al violento por tercera vez el viernes, pero no hizo a tiempo. “Fue directamente a matarla”, afirmó Mariana González.

“No le dio tiempo a apretar el botón antipánico”, lamentó la tía de la víctima. En contraposición con esto, la mujer resaltó que “la Justicia le dio el tiempo suficiente a este hombre para que comprara el arma, tuviera la tenencia y matara a mi sobrina”. “Este asesino estaba obsesionado con ella, tenía todo premeditado”, subrayó.

Tras el ataque, González fue trasladada de urgencia al Hospital Zonal General Doctor Posadas, donde finalmente murió. El femicida huyó del lugar en una moto 110 color negra y roja.

Según informaron los medios locales, el vehículo fue encontrado en el acceso de los campos “El Rosal” y “La Presumida”, a 4 kilómetros del Puesto de Vigilancia de La Razón.

La causa quedó a cargo de la fiscal Patricia Hortel, de la Unidad Funcional N° 2, y de la jueza Patricia Noemí Altamiranda, titular del Juzgado de Garantías N° 7.

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Tras conocerse el trágico hecho, la organización feminista “Vivas nos queremos” organizó una marcha hasta la plaza 25 de Mayo de Saladillo para reclamar el esclarecimiento del femicidio bajo las consignas “tocan a una y salimos todas” y “basta de violencia machista”.

“Ella solo tenía 25 años y un psicópata le arrebató la vida. No somos las mujeres las que tenemos que temer al poder judicial. Lo juro sobrina, que voy a llegar hasta donde tenga que llegar, me voy a caminar la provincia y, si es necesario, el país”, manifestó la tía de la víctima, durante una protesta el fin de semana en reclamo de justicia.